miércoles, 14 de enero de 2009

Crisis económica

Los gobiernos, y muchos académicos, no parecen tomar conciencia que estamos frente a una crisis del modelo extractivista. Esa idea del desarrollo como crecimiento económico alimentado por las exportaciones de bienes primarios encuentra ahora límites externos, los que se suman a sus límites internos, expresados por conflictos sociales locales y sus impactos ambientales. De todas maneras se insiste en el mismo camino, y no son pocos los gobiernos donde sus planes para superar la crisis se basan en apoyar y subsidiar esos sectores. Un ejemplo notable son los sucesivos paquetes de créditos para las exportaciones agroindustriales en Brasil, y otro es la reciente aprobación de la Ley Minera en Ecuador, la que alienta la producción transnacionalizada, y vuelve a apostar a la idea del extractivismo exportador como motor del desarrollo.

Esta cuestión se convierte en uno de los temas urgentes para 2009: la estrategia extractivista, basada en explotar la Naturaleza para exportar materias primas hacia mercados globales, es insostenible en los planos económicos, sociales y ambientales. Por lo tanto, los gobiernos y también los movimientos sociales, deben comprender que sigue siendo necesario generar estilos de desarrollo estructurados de otra manera, y en lugar de exportar materias primeras pasar a utilizarlos en cadenas productivas propias, compartidas, donde se genere empleo genuino y se pueda reducir el impacto social y ambiental.
Fuente:
http://www.alainet.org/active/28446

martes, 6 de enero de 2009

Encruzijada

El escenario económico para el año 2009 se presenta lúgubre. Muchos analistas tienen el mismo contenido coincidente en predicciones sombrías: vienen a decir que lo peor está por llegar. En definitiva; que la cosa no pinta bien para este año.

Igualmente manifiestan con bastante anticipación los no entendidos, pero la verdad es que este tema de la crisis, con tanta repetición, acaba cansando a cualquiera; más si tenemos en cuenta que ningún gurú serio se atreve a dar recetas ni a pronosticar cuánto tiempo va a durar.

Las etapas de depresión y recesión económica son necesarias para que nuestra vida evolucione y produzca un cambio, por lo tanto deberíamos considerarlas como una coyuntura. Lo primero que hay que hacer para aprovecharla es ser realista; es decir, aceptar la realidad tal como es y convencerse de que cada uno de nosotros podemos ser protagonistas de ese cambio que el sistema necesita. Es necesario aprovechar este período de incertidumbre para llevar a cabo una formación técnica y de inteligencia emocional para que, cuando llegue el período de auge, nos encuentre mejor preparados. Ya sé lo que están pensando ustedes, y coincido con esa apreciación de que «las empresas, en este tipo de situaciones, no quieren aumentar gastos» y, de hecho, cometen el gran error de considerar la formación de su personal como un gasto y no como una inversión de futuro.

Si los directivos empresariales no aprovechan la actual coyuntura para cambiar de mentalidad y detectar y corregir carencias y errores, completando y ampliando su propia formación y la de sus equipos con objeto de potenciar y destapar el talento, su organización empresarial, si sobrevive, partirá con desventaja cuando llegue el período de crecimiento. Las grandes perdedoras de la crisis serán las empresas que no hayan invertido en la mejora e innovación de su fuerza laboral. No es posible continuar siendo gestores del siglo pasado.

Si la empresa para la que trabajas es de las que no entienden que la formación e investigación es su mejor inversión, ¡hazla por ti mismo!, ¡enriquécete personalmente completando tus conocimientos y habilidades para salir fortalecido!, ¡mejora tu visión empresarial de futuro y aprovecha las oportunidades.